·SAN VALENTIN (A)

Iba en la micro, en esas de las nuevas que parecen cuncunas o acordeones gigantes,era un martes catorce de febrero cuando ya el cielo estaba rojizo. saqué el libro ("los trenes se van al puragatorio") y me puse a leer para que el viaje no se me hiciera tan largo. era una hora de viaje.
No me marie.
Y no sé donde iba cuando veo a una niña ya dentro de la micro dirigirse a buscar asiento. pero la vi sola. y con una cara tan vivaz que juro no habia visto en un niño.
Se sentó al lado mio.
Pensé: -tendrá unos 9 años-, y al principio miraba a toda la gente de la micro, a mi me parecia que estaba perdida, eso imagine, pero no la mire, la miraba por el vidrio que había delante de nosotras. y seguía leyendo.
La niña sentada con la piernas juntas y las manos sobre ellas como giraba casi a cada rato la cabeza para mirar a la gente, me desconcentraba, pero yo segui mirando hacia abajo, mirandola de reojo.
Después me hacía gracia que se quedara mirándome como leía yo, y pensaba que ella pensaba que yo no me daba cuenta de que ella me miraba, y que no viendo despego en mi lectura tal vez cuando ella fuera mayor le interesaria leer. eso me enorgullecio, sería yo la causa de otra causa. y sería mejor aun porque veía en su cara el perfil de adolescente que va al colegio con mochila de mickey o winnie poo, come chiclé y coñac como loca, se echa colonia de guagua en clases, no lee nada, no atiende a nada, habla de la teleserie, de la vecina, de las zapatillas de moda, de "los famosos", del mall, de todo eso el doble de lo normal. y después... no sé. guguas no le faltarán, eso si me puedo imaginar. y siendo tan linda la niña igual a las demás viejas del barrio saldría.
Con suerte un porvenir más tendrá al que tuvo su familia. con suerte... o si alguna vez se le enciende la ampolleta.

Ya todo obscuro, ella me toca el hombro y me pregunta que qué hora es. yo no tenía reloj y le dije que suponía que quedaban quince minutos para las nueve. ahí le vi sus ojos GRANDES. era una niña linda.
Después no segura con la respuesta que le di le pregunto a las personas del asiento de atrás que qué hora era. le respondieron que diez minutos para las nueve. yo le sonreí.
me miró nuevamente como leía, y empezo a preguntarme a dónde iba, yo le respondí y le pregunte lo mismo, me dijo que iba al terminal y, apuntó hacia adelante nombrandome su familia que yo no alcanzaba a ver.
me dijo que iba al sur.


quizás no iba a ser arrastrada por su familia cuando fuera mayor. era inteligente, pero eso también se puede esfumar facilmente. más por el entorno.


También me preguntó si mi papá me daba permiso para ir tan lejos y le dije que si. Pero yo a él no le pido permiso, le aviso -pensé-.

Tiempo después me pregunto cuanto faltaba para llegar al terminal y le dije que quince minutos pensando que estabamos mas lejos, pero la micro ya iba a doblar en la alameda y le dije que no, que faltaban como cinco minutos nada más. y ahí el papá, un señor cincuenton, la llama con señas para que se le acercara.
yo ya me estaba enterneciendo con la niña, tenía ganas de conversarle algo más.

y mirando a su familia noté que eran todos medios huasitos, menos ella. quizás sea adoptada, me agregue.

la miraba esperando despedirme de ella. con la mano o con los ojos. y no se despidio ni con la mirada si quiera.